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Dadas las dimensiones de los equipos de conversión de energía que se emplean en este tipo de instalaciones es deseable que las operaciones de mantenimiento preventivo y de rehabilitación sean adelantadas en el sitio para evitar los traumatismos que implica el traslado a un taller. De otro lado, la criticidad y alto costo de los equipos hace importante que se disponga de herramientas de diagnóstico que permitan identificar la existencia de procesos de deterioro cuando estos se encuentran en una etapa temprana de desarrollo.
La criticidad de los equipos y las enormes dimensiones que algunos de ellos tienen hacen deseable que, en la medida en la que resulte posible, las intervenciones sean mínimas y que, si es indispensable realizarlas, no haya necesidad de desplazarlos a un taller para garantizar la calidad de los trabajos a ser realizados sobre ellos. De otro lado, por las mismas razones, hay una tendencia creciente a mantener una supervisión permanente sobre las variables que puedan dar indicio de problemas potenciales.
Las paradas o reducciones en la capacidad operativa de sistemas de extracción de crudo y gas se consideran en términos prácticos como pérdidas, dado que invariablemente hay una exigencia muy grande en cuanto al cumplimiento de los compromisos de entrega de producto y que, además, en la mayoría de los casos se trata de operaciones realizadas bajo el esquema de concesión. En el esquema de concesión hay un plazo estricto para que esta revierta y ello combinado con las limitaciones técnicas que hay para compensar las posibles pérdidas a través de eventuales incrementos en las ratas de extracción hace que no sea posible recuperar lo que se deja de producir durante una parada.
Una de las premisas básicas de las compañías manufactureras es la reducción en los tiempos de proceso de modo que cualquier falla con parada de equipo de conversión (motores, transformadores, generadores), resulta catastrófica porque se traduce en la interrupción directa o indirecta de las secuencias establecidas. Dado que no siempre es posible establecer cadenas de redundancia, la mejor estrategia para mantener el desempeño de los sistemas productivos es asegurar la confiabilidad de sus componentes críticos y reducir los tiempos de intervención de sus equipos esenciales.
Las compañías distribuidoras de energía están obligadas a mantener la continuidad del servicio para sus usuarios así como a mantener unos niveles determinados de disponibilidad y por ello regularmente efectúan grandes inversiones en equipo y en infraestructura para mejorar sus niveles de interconexión y de redundancia. Infortunadamente, ello no necesariamente resulta ser suficiente para asegurar la confiabilidad de sus sistemas como quiera que los altos niveles de potencia involucrados derivan casi invariablemente fallas catastróficas con altos niveles de daño de equipos e instalaciones y en riesgos muy altos para las personas
Transmisión y Distribución